La taxonomía de Bloom surge con la idea de establecer un sistema de clasificación de habilidades, comprendido dentro de un marco teórico. La taxonomía es jerárquica, es decir, asume que el aprendizaje a niveles superiores depende de la adquisición del conocimiento y habilidades de ciertos niveles inferiores.
Las categorías propuestas son:
Conocimiento (Palabras Indicadoras: Identifica – describe)
Comprensión (Palabras Indicadoras: Asocia – parafrasea)
Aplicación (Palabras Indicadoras: Demuestra – experimenta)
Análisis (Palabras Indicadoras: Infiere – categoriza)
Síntesis (Palabras Indicadoras: Reordena – integra)
Evaluación (Palabras Indicadoras: Discrimina – Decide)